domingo, 2 de agosto de 2009

Tú, mi paisaje.



Níveos acantilados,
Rasgan las nubes con su filo,
Agreste soledad
Vientos helados,
Como tu gélida pasión
De terciopelo blanco.

Sobre un cielo azul moteado,
Se divisan los picos recostados
Y la bruma empaña el horizonte,
Con su velo mortecino,
Como falacia que escapa, indolente,
Del pétreo diamante de tus labios.

Mientras yo, velero a la deriva,
Me guío por el faro de tus ojos,
Y caigo en tus aguas turbulentas
Zozobrando en tus iracundos vientos;
Me arrastro hasta tu peñascosa orilla
Y dejo mi corazón…
Atrapado en tus espinas.

Horacielo.

1 comentarios:

Julián Nailes dijo...

Me gusto el poema!!!! Bravo!

Abrazozzz