Níveos acantilados,
Rasgan las nubes con su filo,
Agreste soledad
Vientos helados,
Como tu gélida pasión
De terciopelo blanco.
Sobre un cielo azul moteado,
Se divisan los picos recostados
Y la bruma empaña el horizonte,
Con su velo mortecino,
Como falacia que escapa, indolente,
Del pétreo diamante de tus labios.
Mientras yo, velero a la deriva,
Me guío por el faro de tus ojos,
Y caigo en tus aguas turbulentas
Zozobrando en tus iracundos vientos;
Me arrastro hasta tu peñascosa orilla
Y dejo mi corazón…
Atrapado en tus espinas.
Horacielo.
1 comentarios:
Me gusto el poema!!!! Bravo!
Abrazozzz
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