
Tímida remembranza
De amores concluidos
En un sinfín de vagos
Recuerdos esculpidos,
Cual vieja hojarasca,
Encarna en la tierra,
Sus dones abultados,
Su pecho sugerente.
Cálida luz de otoño,
Torna resplandeciente,
Su rostro agraciado,
Su mirada ausente.
Cabellos que se mecen
Sobre sus ojos fijos,
Mirando al horizonte,
Inexpresivamente.
Gélida opresión,
Que en su pecho enclava,
Un frío corazón,
Dejo su piel helada.
Vuela sobre el recuerdo:
Águila devastada,
Borra de sí, la ilusión,
Y vuelve sin decir nada.
De las Poesías de Horacielo.