sábado, 20 de marzo de 2010

Simiente estéril




Luna que te sumerges en profundas aguas,
Con claror de mieles fugitivas
Cual refulgido acero coronado,
Y de sienes malévolas, desterrado.

Gemir de rostros inocentes,
Que miran sin saber lo no sabido,
Y guardan su arrojo, escondido,
En letrillas trovadas, ingenuamente.

Son estos vocablos sin sentido,
Que brotan de mi ser, incongruente,
Y ni siquiera conservan la simiente,
De nada que amerite ser leído.

Y sin embargo, estas tú, ahí, presente,
Leyendo todo este desvarío,
Tratando de encontrar, inútilmente,
Sensatez en un escrito tan baldío.

Tu tiempo es tuyo y tú lo usas,
Como a tu gusto le plazca, francamente.
Mas, si fuera tú, me guardaría,
De no derrocharlo, así, estérilmente.

Horacielo

0 comentarios: